Terminas de comer y de repente sientes que tu estómago se hincha o se agranda, te sientes gaseoso y tienes esa sensación de plenitud en el estómago. En algún momento, a todos nos ha pasado, pero ¿cuál es la razón? ¿Es porque comemos demasiado? ¿Tiene que ver con lo que hemos comido? ¿O hay algo más?

Podría estar relacionado con la comida, sí, pero los factores hormonales y el estrés también juegan un papel clave, o puede haber alguna enfermedad desconocida que esté causando este síntoma.

  • Alimentos ricos en carbohidratos: si bien los carbohidratos son un nutriente necesario que nos brinda energía rápida, una comida demasiado rica en ellos puede causar retención de agua, lo que lleva a un vientre hinchado. Los alimentos ricos en carbohidratos simples, como pan blanco, caramelos, galletas y refrescos, son los más propensos a crear esta situación.
  • Alto consumo de sal: la sal nos hace retener más agua, lo que lleva a la hinchazón. Ten en cuenta que la sal no solo está en tu salero, sino también en muchos alimentos procesados.
  • Bebidas gaseosas: el gas presente en todas las bebidas gaseosas, llamado dióxido de carbono, también llena tu estómago y causa eructos o gases. Además, si son bebidas azucaradas, también aumentas tu ingesta de carbohidratos, lo que a su vez aumenta la retención de agua.

Si optas por consumirlas, hazlo ocasionalmente y bébelas lentamente para minimizar la acumulación de gas. Pero ten en cuenta que el agua es la mejor bebida a lo largo del día.

  • Alimentos ricos en fibra: una dieta saludable requiere fibra, que tiene grandes beneficios para nuestra salud en general, pero si no estás acostumbrado a comer alimentos ricos en fibra, como cereales integrales, frijoles, lentejas, nueces y semillas, es mejor comenzar con pequeñas cantidades, ya que pueden ser la causa de que tu estómago se agrande después de comer.

Esto sucede porque la fibra tarda más en digerirse que otros nutrientes, permanece más tiempo en el estómago y proporciona una mayor sensación de saciedad.

  • Enfermedad o afección gastrointestinal: durante el proceso digestivo, el gas se forma naturalmente en nuestros intestinos a través del proceso de fermentación realizado por nuestras bacterias intestinales. Sin embargo, algunas afecciones pueden causar una fermentación excesiva, lo que lleva a la hinchazón después de cada comida.

Estas incluyen mala absorción de carbohidratos, sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado, también conocido como SIBO, síndrome del intestino irritable y dispepsia funcional, así como hipersensibilidad visceral.

  • Problemas de motilidad intestinal: otros problemas como el estreñimiento u obstrucciones intestinales pueden contribuir a la hinchazón. Si esto te sucede, antes de recurrir a los laxantes, es mejor adoptar un estilo de vida saludable. Es importante ser físicamente activo, beber mucha agua y tener una ingesta regular de fibra.
  • Cambios hormonales: esto es muy común en mujeres fértiles durante el ciclo menstrual. Aunque cada mujer lo experimenta de manera diferente, generalmente a lo largo del ciclo menstrual puede haber más hinchazón estomacal después de comer, y no tiene nada que ver con la comida, sino más bien con cambios hormonales.