Técnicamente, deberíamos comer cuando tenemos hambre, que es la forma en que nuestro cuerpo nos indica que nos falta energía y nutrientes.

Pero hoy en día, generalmente comemos por diferentes razones, porque estamos aburridos, tristes o porque no tenemos nada más que hacer. Y esto puede llevar a un ciclo de no sentirse lleno después de comer o incluso a veces sentir el estómago vacío incluso después de haber comido.

Algunas de las razones por las cuales te sientes hambriento después de comer pueden deberse a que tu comida carece de los nutrientes que ayudan a sentirte lleno: proteínas, grasas y fibra.

Estos tres macronutrientes no solo son beneficiosos para nuestra salud, sino que también tienen la peculiaridad de ser digeridos lentamente, lo que hace que permanezcan más tiempo en nuestro estómago, dándonos esa característica sensación de saciedad después de una comida nutritiva.

Así que tenlo en cuenta en tu próxima comida. No se trata solo de contar calorías, porque más calorías no equivalen a una mejor o mayor saciedad; podemos tener comidas muy altas en calorías y carbohidratos simples que se digieren rápidamente y «pasan directamente», sin dar la sensación necesaria de saciedad y luego volvemos a tener hambre.

Además de los ingredientes de tu comida, puede haber otras cosas a considerar:

  • Sentirse estresado: esto puede llevar a desequilibrios hormonales, resultando en un ciclo de comer constantemente, afectando las señales de saciedad de tu cuerpo.
  • Dormir poco: el sueño insuficiente provoca una disminución de la leptina (la hormona que señala la saciedad) y un aumento de la grelina (la hormona que señala el hambre), causando una sensación más fuerte de hambre, incluso después de haber comido.
  • Medicamentos: ciertos medicamentos pueden alterar las señales de saciedad y los comportamientos alimentarios. Estos incluyen esteroides, ciertos antibióticos, antidepresivos y píldoras anticonceptivas. Si estás tomando algún medicamento, es importante consultarlo con tu médico para ver si puede estar contribuyendo a tu hambre constante.
  • Diabetes o resistencia a la insulina: nuestro cuerpo utiliza la glucosa como fuente de energía cuando comemos, pero en situaciones de diabetes o resistencia a la insulina, la glucosa no puede ingresar a las células, generando señales que indican que debes comer más. Es importante que lo consultes con tu médico.

También es importante hablar con tu médico si, además, tienes otros síntomas como sed constante, pérdida de peso inexplicada, visión borrosa, hormigueo o dolor en manos o pies.