Comer por consuelo es más común de lo que puedas darte cuenta. Las personas luchan por controlar la alimentación emocional, especialmente cuando están bajo mucho estrés. Si este es tu caso, esto es lo que deberías saber:

  1. No importa cuántos consejos busques sobre cómo dejar de comer por culpa de tus emociones, todo se reduce a saber cómo manejar tus emociones en primer lugar. Comer emocionalmente se debe al intento de gestionar algunas emociones negativas que puedas estar experimentando. Por ejemplo, si estás triste, es posible que desees sentirte mejor comiendo postre o algo sabroso. Sin embargo, si quieres dejar de comer por estrés, deberías encontrar otra manera de controlar tus emociones negativas.
  1. La comida no es una solución para el aburrimiento. Comer emocionalmente también incluye los momentos en los que comes simplemente porque no tienes nada mejor que hacer. Puedes querer llenar un horario vacío con alimentos deliciosos, pero esto nunca es una buena idea. Para dejar de comer por aburrimiento, trata de buscar actividades interesantes que sean mejores para tu salud a largo plazo.

Para evitar comer por estrés, puedes intentar reconocer cómo tus emociones desencadenan tus comportamientos alimenticios. Esto significa que querrás prestar atención a cuándo es más probable que te descontroles con la comida. Al observar la conexión entre tus sentimientos y la comida, te volverás cada vez mejor manteniendo la alimentación emocional.

Sin embargo, ten en cuenta que necesitarás mucha práctica para dejar de comer por emociones. Incluso si tienes días en los que fallas, eso no significa que no estés progresando. En cambio, mantente enfocado en el proceso, sé amable contigo mismo y haz lo mejor posible para comprender tus emociones y trabajar con ellas.

Controlar la alimentación emocional es más un asunto psicológico que conductual. Por lo tanto, deja de comerte tus sentimientos y observa cómo esto mejora tu vida.