Perder peso es un proceso. Debido a esto, muchas personas se frustran al ver que no pueden perder peso con dieta y ejercicio. Algunas razones que puedes considerar son:
- Estás comiendo más de lo que crees: si llevas un registro de las calorías que consumes diariamente y aún no ves ningún cambio en la balanza, tal vez no estás teniendo en cuenta los snacks o las bebidas calóricas que consumes.
- No eres consciente del déficit calórico que deberías tener para desencadenar el proceso de pérdida de peso.
- No tienes un plan sobre cómo perder el peso extra.
- No eres lo suficientemente activo físicamente.
- Tienes una condición médica que requiere una investigación más profunda.
- Pasas por ciclos de ayuno extremo y luego te das atracones de comida.
- Tu dieta carece de la cantidad adecuada de proteínas, grasas y carbohidratos, lo que te mantiene hambriento y propenso a picar con frecuencia.
- Sigues intentándolo y te rindes después de unos días porque no tienes la motivación para permanecer comprometido con el proceso.
Si no importa lo que hagas, no puedes perder peso, tal vez una buena idea sea replantear tu enfoque. Por ejemplo, si probaste saltarte el desayuno, eliminar ciertos grupos de alimentos (como grasas o carbohidratos), tal vez es hora de probar un enfoque diferente. Las razones por las que no puedes perder peso a menudo están vinculadas a tener el enfoque incorrecto y no saber cómo manejarte durante el proceso.
Lo creas o no, muchas personas luchan con la pregunta «¿por qué no puedo perder peso, no importa lo que haga?». Si eres una de ellas, por favor acepta que hay muchas otras soluciones y enfoques que sí funcionan. No tienes que enfrentar este proceso solo; al final del día, la pérdida de peso es una ciencia, pero también requiere de la psicología adecuada.