A veces, después de comer, nos sentimos cansados o tenemos dificultades para concentrarnos, lo cual podría parecer incorrecto porque la comida se supone que nos da energía y deberíamos estar más activos, ¿verdad? Esto puede resultar bastante molesto, especialmente después del desayuno o el almuerzo, cuando debemos ir a trabajar o estudiar.
En primer lugar, hay que saber que es normal sentir sueño después de comer. Sin embargo, varias razones podrían estar influyendo en este problema, algunas relacionadas con tu dieta y otras con tus hábitos:
- Lo que comes: alimentos como pavo, pan, queso, pollo, leche, chocolate, huevos, salmón, aves y productos de soya son ricos en un aminoácido llamado triptófano; este aminoácido en particular es utilizado por nuestro cerebro para producir serotonina y melatonina, dos hormonas involucradas en la regulación del sueño. Otros alimentos, como las nueces y los pistachos, son ricos en melatonina, lo que favorece la sensación de somnolencia.
Además, si tu comida también tiene carbohidratos, como pasta, arroz, papas o incluso azúcar, esto podría aumentar el «efecto de cansancio», ya que los carbohidratos facilitan la absorción del triptófano.
Por eso, a veces, la comida puede hacerte sentir sueño. La próxima vez, presta atención a estos alimentos.
- Cuánto comes: aunque la comida nos da energía, también requiere energía para ser digerida y metabolizada, por lo que si tus comidas son muy abundantes, es normal que te sientas cansado después. Si encuentras que este es un problema frecuente, podría ser buena idea comer comidas más pequeñas con más frecuencia a lo largo del día.
- Consumo de alcohol: se sabe que el alcohol induce el sueño, por lo que si sueles tomar bebidas alcohólicas con sus comidas, esta podría ser la razón de tu somnolencia después de comer.
Además, aunque el alcohol suprime nuestro sistema nervioso central y provoca somnolencia, consumirlo por la noche genera una peor calidad de sueño, ya que varias horas después del consumo provoca un aumento de la adrenalina, activando nuestro sistema nervioso y haciéndonos despertar en medio de la noche.
- Cualquier intolerancia alimentaria o alergia desconocida: estas condiciones pueden causar problemas durante la digestión que conducen a una sensación de cansancio o incluso malestar gastrointestinal, dolores de cabeza intensos y erupciones cutáneas, entre otros.
- Tu nivel de actividad física: contrario a lo que muchos puedan creer, estar físicamente activo mantiene tu cuerpo lleno de energía y en movimiento, incluso después de comidas abundantes. Ten en cuenta que tener un estilo de vida sedentario no significa que estés acumulando una reserva de energía. ¡Así que sigue moviéndote!