Todos tenemos esos días de antojo de azúcar cuando sentimos que «debemos» comer algo dulce y sabroso, como caramelos, chocolate o incluso una soda en el almuerzo.
El azúcar está presente en casi todos los alimentos procesados que forman parte de nuestra dieta moderna, no solo en alimentos obvios como pasteles, postres, mermeladas y bebidas azucaradas, sino incluso en pan, pepinillos, aderezos para ensaladas y otros alimentos.
Los azúcares y almidones desencadenan la liberación de serotonina en el cerebro, una sustancia que nos brinda placer, por lo que no sorprende que nuestro cerebro siga pidiendo más azúcar una y otra vez.
Cuando se trata de perder peso, es clave reducir el consumo de azúcares, ya que el exceso de azúcares se convierte en grasa, acumulándose en el tejido adiposo con la conocida consecuencia de aumento de peso.
¿Cómo podemos detener la adicción al azúcar?
Hay varias estrategias que podemos implementar en nuestra vida diaria para dejar de comer azúcar, o al menos consumir menos:
- No intentes dejarlo de golpe: si eliminas todos los alimentos azucarados de tu dieta de la noche a la mañana, será muy difícil mantenerlo y volverás a comerlos.
- Elige alimentos reales: tener una dieta saludable basada en alimentos reales, como cereales integrales, frutas, verduras, legumbres, carne, aves, pescado y productos lácteos, limitando la ingesta de alimentos procesados, te ayudará a sentirte más lleno por más tiempo y controlar tus antojos de azúcar.
- Verifica las etiquetas: el azúcar puede estar presente en muchos alimentos y de muchas maneras diferentes. Pueden encontrarse bajo varios nombres, como sacarosa, jarabe de arroz integral, miel, jarabe de maíz, jarabe de maíz con alto contenido de fructosa y melaza.
- No almacenes alimentos azucarados: si tienes antojo de azúcar, es más fácil ceder a la tentación si tu despensa está llena de alimentos azucarados. Es mejor comprar solo la cantidad adecuada que decidas comer en un momento determinado.
- Limita las bebidas dulces: incluso si son bebidas sin azúcar, el exceso de dulzura puede hacer que tu cerebro ansíe más azúcar, lo que podría llevarte a tener antojos dulces.
- Asegúrate de obtener suficiente proteína y fibra en cada comida: estos nutrientes te ayudarán a sentirte lleno por más tiempo, evitando que tengas ganas de comer algo dulce después de tu comida principal.